lunes, 30 de mayo de 2011

Tortilla caprese


   Últimamente me pasa mucho que hojeando libros de cocina, o blogs, guardo en mi cabeza una receta... que luego no se parece nada a la original. La receta de la que viene esta receta se llamaba "tortilla ligera" y es de uno de los libros que me he comprado en alemán (Frische Küche) y que iré destripando poco a poco. 

   Do momento hoy he llegado a casa con ganas de esta tortilla rellena de tomate, mozzarella de búfala y albahaca. Y he mirado el libro a ver si ponía algo especial y resulta que la receta llevaba champiñones, tomates asados, otras hierbas... así que me he ceñido a los sabores que me apetecían, y el resultado me ha encantado.

   Los ingredientes, además del huevo son los de una tradicional ensalada caprese, así que de ahí le ha nacido el nombre a la tortilla. Es una de las ensaladas más típicas de la cocina italiana, que además representa con sus colores los de la bandera nacional. Y es una combinación fantástica. Y por si fuera poco, la mezcla de tomate y huevo me encanta. Es un sabor que encuentro muy sencillo, pero a la vez muy delicado, me parece perfecto. Pero creo que esto ya os lo he contado cada vez que hago una tortilla con tomates al horno, un revuelto, huevos al plato... son un poco pesada a veces. Así que vamos con la receta, que es tan fácil que me ha quedado más larga la introducción que la explicación en sí.

jueves, 26 de mayo de 2011

Sopa picante de pollo y cilantro



   Hace tiempo conocía a una chica, creo que era chilena, que cada día cenaba un gran cuenco de sopa de pollo y cilantro. Nunca le pregunté la receta, pero el gusanillo se me quedó, eso tenía que probarlo.

  Y el otro día me decidí a investigar y hacer una versión llena de sabor, en plan experimento. Alguna hojeada a libros (que me ha servido para comprobar que no debo comprar libros baratos en los que las recetas se repiten de unos a otros...), un poco de internet, y nada que me convenciera, pero varios sabores se me fueron antojando...

   Así que mientras mi pinche miraba raro el resultado del experimento pensando si tendríamos que pedir una pizza para cenar, y yo pensaba si ir acercándole el teléfono... Nos sentamos a la mesa... y nada más terminar fui corriendo a anotar la receta para que no se me olvidara. Picante, sabrosa, ligera, fresca... ¡nos ha encantado!

   De manera que para paladares aventureros o noches experimentales (o para alguién se fíe de mí... ¡está buenísima!) aquí queda esta sopa picante de pollo y cilantro. Una sopa perfecta para primavera, con toques frescos...

martes, 24 de mayo de 2011

Bizcocho de las Carmelitas Descalzas de Sevilla


   La entrada de hoy es un poco especial. Y es que para poder hacerla, hace falta tener la masa madre de la receta. Es una "cadena" de esas que te dan la masa madre, y luego se la tienes que dar a 3 personas para que les de suerte... Nunca me han gustado las cadenas, la verdad. Porque ahora estaremos hartos de los e-mails en cadena, pero ¿os acordáis de cómo era antes? "Copia 10 veces (¡a mano!) la carta y entregasela a 10 personas o tendrás suerte en los próximos 20 años y nunca encontrarás al amor de tu vida..." ¡¡Eso sí que era horrible!! Creo que nunca lo hice, y creo que tampoco me ha ido tan mal...

   Así que cuando me contó mi hermana lo de este bizcocho, entre que no me veía yo con el botecito en el avión rumbo a Viena, que si espera dos semanas con la masa madre (que digo yo que si me pongo con masas madres que sean de pan, que tengo más ganas), que si repártela, que encima no me sirve para el blog porque sin masa madre no hay receta...

   Pero luego probé el bizcocho. Y estaba tan rico que me adueñé de uno de los botecitos y aquí estoy... Eso sí, como no pienso hacer copias de la receta, os la muestro por aquí. Para Laura y Rossana (que serán las primeras en recibir el bicho aquí) y para no tener que pasar a limpio otra vez la copia que tengo, que no se ve...

   Y bueno, porque en realidad creo que se puede hacer sin masa madre. A ver, la masa crece, sí. Pero luego hay que echarle levadura (que no es levadura, como buenamente nos enseña Pintxo). ¿Entonces de que sirve? Señores expertos en masasmadre, ¿pueden ayudarme? Porque hasta donde yo se, si de todas formas hay que añadir la levadura, con poner un poco más de los ingredientes que lleva la masa madre ya estaría, ¿no? (Editado: respuestas al final de la receta)

viernes, 20 de mayo de 2011

Corona de queso fresco con frutos rojos

 



   En casa nos gusta mucho el queso fresco, sobre todo a mi madre. Un buen trozo de queso fresco de buena marca (que no tienen mucha diferencia de precio con las más baratas o comerciales) es perfecto para una ensalada, aperitivo, y como más nos gusta, de postre. Ya sabéis que yo no soy muy de postres dulces, así que un buen trozo de queso, ya sea sólo, con fruta, con membrillo, nueces… para mí es un postre perfecto.

   Esta receta la vi hace mucho tiempo, cuando comenzaba a pasear por los blogs de cocina, pero no recuerdo donde, de manera que si alguien la reconoce, ¡que me avise! La he hecho varias veces, pero supongo que cuando la descubrí no pensé que más adelante yo tendría un blog…

   Lleva tan sólo queso y gelatina neutra, que no le aporta ningún sabor, de manera que aunque cambia la textura, el sabor del queso se mantiene, lo que junto a las frutas dulces me gusta mucho. He utilizado frambuesas y arándanos frescos dentro de la corona de queso, y fresas troceadas para acompañar, pero se pueden usar frutos del bosque congelados, membrillo, frutos secos… Yo puse un poco de crocanti como base, pero el caramelo se deshizo y tiñó un poco el queso. Es mejor usar almendras o nueces picadas sin más.




   Os cuento cómo lo he hecho yo:

Ingredientes:
   - Una tarrina grande de 500g de queso fresco
   - Frambuesas
   - Arándanos
   - Fresas
   - Frutos secos troceados
   - 5 hojas de gelatina neutra

Preparación:
   En un plato hondo, ponemos las hojas de gelatina a remojar unos minutos.

   Con ayuda de la batidora, trituramos el queso hasta lograr una crema fina. Cuanto más triturado quede, mejor será el resultado.

   En un cazo calentamos medio vaso de agua, y cuando esté a punto de hervir, añadimos las hojas de gelatina escurridas. Con ayuda de unas varillas, removemos hasta que la gelatina se disuelva completamente, y la añadimos al queso. Con las varillas removemos hasta integrarlo todo bien.

   Ahora hay que montar el queso con las frutas en el molde que más nos guste. Yo utilizo una corona alta de flanes o bizcochos, y queda muy vistosa. La textura del queso es bastante densa, lo que hace que no se hundan las frutas y podamos colocarlas como queramos.

   Ponemos algo más de un tercio de la crema en el molde, bien extendida, y hundimos en ella las frutas de la forma que más nos guste. Yo he intercalado frambuesas y arándanos. Cubrimos con otra cantidad igual de crema de queso, y repetimos la operación, hundiendo ligeramente las frutas en una posición distinta, para que a todo el mundo le toque de todas las furtas. Por último cubrimos con lo que queda de queso y extendemos unos pocos frutos secos picados por la superficie.

   Hay que taparlo y dejar reposar unas horas en el frigorífico, hasta que cuaje la gelatina. Yo lo dejo toda la noche.

   A la hora de servir, picamos unas fresas y cortamos otras en mitades o trozos grandes para decorar. Desmoldamos la corona de queso, y colocamos las fresas en el centro y alrededor, para que quede vistoso y servirlo todo junto.


miércoles, 18 de mayo de 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

Salteado de arroz oriental con brócoli y mango


   Los viernes es para mí el día de los salteados. No tengo clase, así que puedo trabajar un rato por la mañana tranquilamente, pensar alguna receta, comprar los ingredientes y cocinar algo original para comer. Lo que se resume en que llega la hora de comer, sigo en pijama y no me apetece salir a comprar nada. 

   Así que abro la nevera, y mezclo. Antes me pasaba con los revueltos, ahora con los salteados, como el de quinoa que os mostraba hace unos días. ¿Porqué? Pues porque con un poco de arroz, quinoa, cuscus, fideos chinos, y lo que haya en la nevera te preparas un plato diferente cada vez, completo, rico... ¿Que más queremos?

   Además desde que he descubierto que el brócoli se cuece al vapor en tres minutos y queda de un color verde intenso y con todo su sabor, siempre tengo en la nevera un ramillete. Y el sabor del mango en este tipo de platos me encanta. Como quería algo más de proteína, hice unas tiras de una especie de tamagoyaki o tortilla japonesa, rico y vistoso. ¿Y el queso feta? Lo siento, rompe el toque oriental (bueno, y el mango...) pero no puedo evitarlo, me gusta mucho como queda.


   Así que aquí está mi salteado de la semana:

Ingredientes:
   - 1 taza pequeña de arroz jazmín (por persona)
   - Un trozo de brócoli
   - 1/3 de mango
   - 1/2 cebolla
   - 1 huevo
   - Queso feta
   - Salsa de soja
   - Sal, azúcar, aceite de oliva

Preparación:
   Cocemos el arroz jazmín en abundante agua con sal unos 15 minutos, hasta que esté hecho. 

   Mientras se cuece el arroz, cortamos la cebolla en trozos pequeños y la ponemos a pochar con una pizca de sal y un poco de aceite.

   Para hacer la tortilla, batimos el huevo junto a una pizca de azúcar y una cucharadita de salsa de soja. La manera correcta de hacer una tamagoyaki es otra, y es preciosa, pero otro día os lo mostraré. Hoy, para nuestro plato, hacemos lo siguiente: en una sartén antiadherente, con una gota de aceite, añadimos un par de cucharadas de huevo y con una espumadera, removemos hasta que se haga. Quedará como huevo revuelto, roto en trocitos. Retiramos y repetimos hasta que acabemos con el huevo.

   Como he dicho, me gusta cocer el brócoli al vapor. En unos minutos queda hecho, mantiene su sabor y sus propiedades, y su verde intenso, y además es rapidísimo. Si no tenemos como hacerlo al vapor (yo tengo la rejilla de ikea) podemos cocerlo en agua o saltearlo con la cebolla, pero nos llevará más rato. 

   Pelamos y partimos el mango en trozos pequeños, al igual que el queso feta.

   Cuando esté hecho el arroz, lo escurrimos, y pasamos a saltear todos los ingredientes. En un wok o sartén grande, con una gota de aceite, calentamos la cebolla. Enseguida añadimos el brócoli, y en cuanto se caliente, el mango y la tortilla. Luego incorporamos el arroz y un buen chorro de salsa de soja al gusto. Salteamos unos minutos, hasta que se caliente todo y se mezclen los sabores.

   Cuando esté listo, añadimos el queso en trozos, removemos bien y retiramos del fuego. Servimos inmediatamente, y a disfrutar...

domingo, 15 de mayo de 2011

Merluza rellena de setas y gambas



    Cuando vuelvo a casa desde Viena aprovecho siempre para comer pescado. Es algo que echo mucho de menos por aquí. Así que la última vez que he estado he aprovechado todo lo que he podido: sopa de pescado, unas estupendas anchoas del cantábrico… y entre más cosas, esta riquísima merluza rellena. Es una forma de prepararla muy fácil pero con un resultado buenísimo. Además mi madre tenía ganas de comerla hace tiempo, es una receta que hacemos desde hace años pero que de vez en cuando nos olvidamos de ella.

   Las cantidades son a ojo, más que nada porque no influyen en el resultado. Lo importante es que los ingredientes sean buenos. Una buena merluza, gambas, setas... yo he usado esta vez también unos champiñones porque setas tenía pocas y tenían una pinta muy buena.



Ingredientes:
-          1 merluza no muy grande, o una cola de merluza. Limpia y sin espina, pero con piel
-          1 cebolla
-          Un buen puñado de gambas o langostinos pelados
-          Setas al gusto. Yo he utilizado mezcla de setas y champiñones
-          Un chorro de vino blanco
-          Sal, pimienta, aceite de oliva virgen
-          Una aguja de coser gruesa, hilo grueso

Preparación:
   Primero tenemos que preparar el relleno. Picamos la cebolla y la ponemos a pochar con un buen chorro de aceite y una pizca de sal.

   Cuando comience a ablandarse, añadimos las setas y los champiñones troceados y rehogamos un par de minutos. Luego añadimos las gambas partidas en trozos de 1cm y una pizca de sal y de pimienta y rehogamos otro minuto. Por último, añadimos un chorro de vino blanco y subimos el fuego. Cocinamos hasta que reduzca el vino y reservamos.

   Limpiamos la merluza con agua fría y la salamos ligeramente por fuera y por dentro y la colocamos en una fuente apta para el horno. Precalentamos el horno a 180º.

   Colocamos el relleno bien extendido por uno de los lados de dentro de la merluza, formando una capa de un centímetro aproximadamente o algo más. Cerramos la merluza a modo de bocadillo, estirando bien, de forma que se cierre lo más posible.


   Tan sólo queda coserla con cuidado. Con ayuda de una aguja, cosemos los bordes, cogiendo bien la piel, que no se partirá. Tiene que quedar tenso pero no demasiado fuerte, para que no se rompa al cocinarse, y consigamos que no se abra.

   En el fondo de la fuente ponemos un poquito de agua para que no se seque en exceso, como medio vaso, y regamos la merluza con un hilo de aceite.

   Horneamos unos 15-20 minutos, dependiendo del tamaño de la merluza. Tiene que quedar bien hecho hasta adentro sin que se llegue a secar en exceso.

   Al sacar del horno, con cuidado de no quemarnos, cortamos el hilo y lo retiramos antes de servir.

Editado: Gracias a todos por vuestros comentarios. Blogger ha borrado los del jueves, pero los leí todos. Gracias por pasar y comentar, todos y cada uno me hacen mucha ilusión


jueves, 5 de mayo de 2011

Crema templada de puerros con almendras


   Yo sigo con las cremas. Pero es que me pierden. Esta es templada, parecida a una vichyssoise, pero con unos toques distintos. Otra receta que vi en Mercado Calabajío y no me pude resistir. Vamos a tener que llamar a este blog Anitacalabajío dentro de poco. Pero es que tiene unas recetas tan buenas, que no puedo resistirme. Así que aprovechando que tenía unos puerros en la nevera, os muestro mi versión de la receta.

   Y también es verdad que la imaginación se agota. Ahora, además del blog y de las recetas de I Love Tapas, en Mumumío, donde como sabéis ya colaboraba con antelación, hemos comenzado también a publicar recetas. Así que si que si buscaís a mi imaginación, puede que la encontréis en alguno de esos blogs... En cualquier caso, ¡no dejéis de pasar a echar un ojo!

   Esta crema me encantó. Por encima le puse unas tiritas de jamón cocido ahumado, a la plancha (podía haber sido bacon, pero por eso de hacerla más ligera) y un chorrito de aceite de semillas de calabaza, que le da un toque tostado a frutos secos espectacular. Otro día os hablaré de ese aceite, que es muy típico de aquí de Austria y me tiene adicta...


Ingredientes: 
   - 4 puerros pequeños, sin quitar del todo lo verde
   - 1 cebolla
   - 1 patata mediana
   - Un puñadito de almendras enteras crudas.
   - 750ml de caldo de verduras casero (yo lo que sobró al cocer unas vainas con patatas y zanahoria)
   - 1 vaso de leche
   - 1 yema de huevo
   - Sal, aceite de oliva virgen extra
   - Opcional: jamón cocido, bacon, jamón serrano... Aceite de semillas de calabaza. De sésamo le puede ir muy bien también. 

Preparación:
   En una cazuela no muy grande ponemos un buen chorro de aceite y doramos las almendras hasta que tomen algo de color. Las retiramos, y en ese mismo aceite ponemos el puerro y la cebolla muy picados. 

   Dejamos pochar unos minutos y añadimos la patata pelada y cortada en cubos pequeños. Añadimos medio litro de caldo y una pizca de sal y dejamos cocer a fuego medio 30 minutos. Si vemos que se seca mucho, podemos añadir un poco más de caldo.

   Cuando esté todo bien blando, incorporamos las almendras y lo pasamos por la batidora, hasta lograr una crema fina.

   Aparte, mezclamos la yema de huevo con la leche fría, y removemos bien. Lo añadimos a la crema de puerro bien caliente. Podemos corregir la textura de la crema, si la queremos más o menos ligera, añadiendo algo del caldo que teníamos reservado.

   Servimos templado con unas tiritas de jamón cocido a la plancha, y un chorrito de aceite de semillas de calabaza. 


martes, 3 de mayo de 2011

Bizcocho de chocolate y vino tinto


   ¿Otra receta de chocolate? Si, sorpresa. Hace un par de semanas tuve unos días muy chocolateras, y después de la mousse ligera de chocolate, me dio por probar este bizcocho. Como soy un poco miedosa para la repostería, hice sólo la mitad de las cantidades, pero nos gustó tanto que enseguida repetimos con la versión entera. Para mostrároslo, y ¡para disfrutar en los desayunos!

   La combinación chocolate y vino tinto llama bastante la atención. Pero la verdad es que queda espectacular. No sabe a vino, desde luego, pero tiene un dulzor distinto, y una jugosidad que es una pasada. Y como siempre,  cuanto mejores sean los ingredientes, mejor será el resultado. Yo antes tenía "vino para cocinar" pero según distintas opiniones, y ya según mi propia experiencia, cuanto mejor vino uses en la cocina (tanto tinto como blanco) mejor será el resultado del plato.

   El chocolate tiene que ser tipo soluble. Yo uso uno de Milka que compramos aquí, y que la verdad es muy rico, tiene bastante sabor. De textura, es muy finito, similar al Nesquik, pero yo creo que sabe más a cacao. Tiene que ser dulce, como estos, no se cómo quedaría con uno sin azúcar tipo Valor.

   Y no me enrollo más, voy a por la receta. Hace mucho tiempo se la vi a Comoju, y estaba entre mis pendientes desde entonces. Pero hace poco encontré la versión de Mercado Calabajío, y esa es la que usé, ya que no tengo Thermomix. 


Ingredientes:
   - 4 huevos
   - 150g de cacao en polvo (o el que queráis, entre 100 y 200g, el que yo uso sabe bastante a chocolate y el resultado... lo podéis ver en las fotos)
   - 200g de harina
   - 200g de mantequilla a temperatura ambiente (y un poco más para el molde)
   - 110ml de un buen vino tinto
   - 200g de azúcar
   - 1 sobre de levadura Royal
   - Azúcar glass

Preparación:
   Separamos las claras de las yemas. Precalentamos el horno a 180º.

   Batimos las yemas con el azúcar hasta que se mezcle bien y añadimos la mantequilla en pomada (blandita) mezclando hasta tener una mezcla homogénea.
  
   Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la mezcla anterior. Hay que mezclar con cuidado, para que no se bajen del todo, pero sin miedo, ya que se bajarán de todas formas. Añadimos el cacao y seguimos mezclando bien hasta que quede homogéneo. 

   Añadimos el vino y mezclamos bien, y por último incorporamos la harina con la levadura y mezclamos con cuidado hasta que se integre. Como veis en la foto a mi me quedaron pequeñas bolitas, pero no pasa nada.  


   Con ayuda de un pincel o un papel de cocina, engrasamos bien el molde con un poco de mantequilla, y ponemos la mezcla en él. 

   Horneamos a 180º aproximadamente 45 minutos. Cuando veamos que queda poco, lo pinchamos con un palillo en el centro hasta el fondo. Si sale seco, es que ya está hecho el bizcocho.

   Lo dejamos templar unos minutos y luego lo sacamos a enfriar del todo sobre una rejilla. Lo espolvoreamos con azúcar glass... y a disfrutar del chocolate.

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